El pasado miércoles vivimos, una vez más, una situación esperpéntica para la ciudad de Orihuela, gracias a la gestión del PP local en el gobierno. Si hace unos años nos visitaron programas de la televisión nacional como “CQC”, esta vez fueron muchos los informativos estatales los que se acercaron para cubrir el ridículo que, de nuevo, nos ha hecho pasar el PP a todos los oriolanos. Y no es consecuencia, como argumentó en sus desesperadas intervenciones la Sra. Ferrando, de que la oposición hubiera avisado a los medios el día anterior: el interés de la prensa sólo se justifica en virtud de la barbaridad cometida por la Sra. Concejala. Decir lo contrario no es más que el típico victimismo del PP, la actitud infantil de un desastroso Equipo de Gobierno que se esconde detrás del “yo no he sido”.
Pero, junto con el apoyo institucional a un libelo como el del Sr. Barcala (hilarantes sus declaraciones afirmando que su poesía es de mayor calidad que la de algún Premio Nacional de Poesía reciente que, según él, lo habría conseguido en virtud de su condición de masón), todo el argumentario desplegado por la visiblemente nerviosa Sra. Ferrando no hace sino poner de manifiesto que la gestión cultural en Orihuela ha perdido el norte, quedando sin más guía que el servilismo hacia la figura de la jefa de la tropa, Dña Mónica Lorente, y los intereses electorales del PP.
Se refugió el miércoles la Sra. Ferrando en la defensa de una pretendida libertad de expresión del autor sin responder al fondo de la cuestión, que es la ayuda de este Equipo de Gobierno a la presentación del panfleto. Lógicamente, el Sr. Barcala es muy libre de escribir lo que considere oportuno y criticar al gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero y a quien estime oportuno. Pero lo que la Sra. Ferrando no dijo, es la razón por la cual el Equipo de Gobierno se pone a la disposición del autor para publicar semejante dechado de poesía con el subtítulo de “Homenaje a Miguel Hernández en su Centenario”: con la que ha caído a cuenta del Centenario, cualquier persona que guiara su actuación por un mínimo de prudencia no se hubiera prestado siquiera a ceder el uso de las instalaciones municipales.
Por otra parte, que nadie en el Equipo de Gobierno fuera capaz de prever la polvareda que se iba a levantar es muestra de varias cuestiones, además de lo encantados de haberse conocido que están y de que alguien les diga lo guapos y maravillosos que son: primero, tienen una visión tan corta y egocéntrica de las cosas que no miden la realidad de un libro que miente sobre la figura de Miguel Hernández; segundo, que nadie ejerce un mínimo control sobre las actividades de las salas municipales o lo que se publica con apoyo de todos, vamos, que nadie se había leído los poemas de marras. Cualquiera de las dos opciones demuestra, por si ya no estaba claro, la pésima gestión cultural del PP y el caos en el que se ha instalado. Y, por cierto, sería curioso conocer qué hubiera pasado de presentarse en el Consistorio un escritor con un libro abiertamente crítico con las Sras. Lorente y Ferrando,..., aunque la respuesta parece fácil deducirla.
Enlazo la falta de control sobre las actividades en esas salas con otro de los argumentos de la Sra. Ferrando: el famoso “Cristo de los Condones”. Este Concejal ya afirmó en su momento que dicha obra le parecía ofensiva para las creencias de muchas personas, por lo que no resulta sospechoso de defender dicho cuadro. Pero, dicho esto, la realidad es que una Concejalía con un mínimo de orden hubiera conocido antes de la inauguración de la exposición su existencia y habría solicitado su retirada. Lo que sucedió después es sólo un ejemplo de cómo el PP, con la ayuda inestimable de algunos voceros, es capaz de buscar rédito político incluso en sus propios fallos.
Hecho este pequeño análisis, quisiera responder desde aquí (ya que por cuestiones reglamentarias en su momento era imposible) a la afirmación en el Pleno de la Sra. Ferrando respecto a la carta que todos los concejales de la oposición firmamos en recuerdo de D. Joaquín Ezcurra: quien suscribe no sólo no se arrepiente de firmar el escrito, sino que cada día se siente más orgulloso de haberlo hecho. Y no es el Equipo de Gobierno quien ha de venir a dar lecciones sobre vergüenza. Un partido donde la Sra. Lorente ha repartido información contra sus propios compañeros, un partido que adjudica obras a miembros de su Ejecutiva después de haberlas hecho, un partido que tiene un concejal que afirma en Pleno que se la “repampinfla” lo que digan once representantes legítimos de los ciudadanos no puede dar lecciones de nada, y menos de ética y vergüenza, porque eso último es lo que nos hacen pasar ellos a los oriolanos con sus actos.
Pero, junto con el apoyo institucional a un libelo como el del Sr. Barcala (hilarantes sus declaraciones afirmando que su poesía es de mayor calidad que la de algún Premio Nacional de Poesía reciente que, según él, lo habría conseguido en virtud de su condición de masón), todo el argumentario desplegado por la visiblemente nerviosa Sra. Ferrando no hace sino poner de manifiesto que la gestión cultural en Orihuela ha perdido el norte, quedando sin más guía que el servilismo hacia la figura de la jefa de la tropa, Dña Mónica Lorente, y los intereses electorales del PP.
Se refugió el miércoles la Sra. Ferrando en la defensa de una pretendida libertad de expresión del autor sin responder al fondo de la cuestión, que es la ayuda de este Equipo de Gobierno a la presentación del panfleto. Lógicamente, el Sr. Barcala es muy libre de escribir lo que considere oportuno y criticar al gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero y a quien estime oportuno. Pero lo que la Sra. Ferrando no dijo, es la razón por la cual el Equipo de Gobierno se pone a la disposición del autor para publicar semejante dechado de poesía con el subtítulo de “Homenaje a Miguel Hernández en su Centenario”: con la que ha caído a cuenta del Centenario, cualquier persona que guiara su actuación por un mínimo de prudencia no se hubiera prestado siquiera a ceder el uso de las instalaciones municipales.
Por otra parte, que nadie en el Equipo de Gobierno fuera capaz de prever la polvareda que se iba a levantar es muestra de varias cuestiones, además de lo encantados de haberse conocido que están y de que alguien les diga lo guapos y maravillosos que son: primero, tienen una visión tan corta y egocéntrica de las cosas que no miden la realidad de un libro que miente sobre la figura de Miguel Hernández; segundo, que nadie ejerce un mínimo control sobre las actividades de las salas municipales o lo que se publica con apoyo de todos, vamos, que nadie se había leído los poemas de marras. Cualquiera de las dos opciones demuestra, por si ya no estaba claro, la pésima gestión cultural del PP y el caos en el que se ha instalado. Y, por cierto, sería curioso conocer qué hubiera pasado de presentarse en el Consistorio un escritor con un libro abiertamente crítico con las Sras. Lorente y Ferrando,..., aunque la respuesta parece fácil deducirla.
Enlazo la falta de control sobre las actividades en esas salas con otro de los argumentos de la Sra. Ferrando: el famoso “Cristo de los Condones”. Este Concejal ya afirmó en su momento que dicha obra le parecía ofensiva para las creencias de muchas personas, por lo que no resulta sospechoso de defender dicho cuadro. Pero, dicho esto, la realidad es que una Concejalía con un mínimo de orden hubiera conocido antes de la inauguración de la exposición su existencia y habría solicitado su retirada. Lo que sucedió después es sólo un ejemplo de cómo el PP, con la ayuda inestimable de algunos voceros, es capaz de buscar rédito político incluso en sus propios fallos.
Hecho este pequeño análisis, quisiera responder desde aquí (ya que por cuestiones reglamentarias en su momento era imposible) a la afirmación en el Pleno de la Sra. Ferrando respecto a la carta que todos los concejales de la oposición firmamos en recuerdo de D. Joaquín Ezcurra: quien suscribe no sólo no se arrepiente de firmar el escrito, sino que cada día se siente más orgulloso de haberlo hecho. Y no es el Equipo de Gobierno quien ha de venir a dar lecciones sobre vergüenza. Un partido donde la Sra. Lorente ha repartido información contra sus propios compañeros, un partido que adjudica obras a miembros de su Ejecutiva después de haberlas hecho, un partido que tiene un concejal que afirma en Pleno que se la “repampinfla” lo que digan once representantes legítimos de los ciudadanos no puede dar lecciones de nada, y menos de ética y vergüenza, porque eso último es lo que nos hacen pasar ellos a los oriolanos con sus actos.
Manuel Culiáñez Celdrán
Concejal
Grupo Municipal Los Verdes
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