martes, 7 de diciembre de 2010

LOS PUNTOS SOBRE LAS ÍES (Artículo de opinión de Manuel Culiáñez)

Dicen por ahí, en un análisis político de sal gruesa, que la oposición actual ensucia el nombre de Orihuela, que está detrás de la plataforma por la transparencia, y otra serie de planteamientos que sólo se entienden desde el ofuscamiento, el radicalismo o la mera ignorancia.


Los “maravillosos” escritores de esas líneas se olvidan de que ensuciar el nombre de Orihuela, es reunirse con un empresario para facilitarle los pliegos de condiciones de la recogida de basura durante su tramitación en el Ayuntamiento, cosa que, supuestamente, han hecho varios concejales del PP de Orihuela y podría suponer un delito; ensuciar el nombre de Orihuela es que un concejal del PP y el “superasesor” de Mónica Lorente, Pedro Meseguer, estén bajo la lupa policial y judicial por, presuntamente, haber cometido delito electoral o querer que voten los muertos; ensuciar el nombre de Orihuela es crear una trama, denunciada en el juzgado por la Fiscalía Anticorrupción, para favorecer a un empresario que, según el sumario de la “Operación Brugal”, habría pagado presuntamente parte de la campaña electoral del PP oriolano; ensuciar el nombre de Orihuela es dar a dedo reformas de plazas públicas a miembros de la Ejecutiva del PP antes de que se adjudiquen las obras en Junta de Gobierno y, además, inaugurar la plaza, hecho que también está en los juzgados; ensuciar el nombre de nuestra ciudad es alterar el trazado del centro histórico, teóricamente protegido, para beneficiar a quien derribó un edificio legalmente protegido; finalmente, y por no alargarme demasiado, en el año 2010, Centenario del Nacimiento de Miguel Hernández, ensuciar el nombre de Orihuela y convertirla en el hazmerreír nacional es decir, como hizo la “eminente” Concejala de Cultura, que Orihuela no le debe nada a Miguel Hernández sino que, al revés, es Miguel Hernández quien le debe su grandeza a Orihuela, para después sacar las cuentas de su deuda céntimo a céntimo, mezquindad que no se ha hecho en nuestro municipio ni en época franquista.

Respecto a la cuestión del Llibre dels Repartiments que nombran tan “egregios” vates, ya explicó en otro artículo este Concejal cómo fue a Barcelona en el año 2006 para intentar que ese códice estuviera en Orihuela permanentemente, e informes hay en el Ayuntamiento que dan fe de ello. Lo que la Sra. Lorente y sus adláteres se atribuyen no es más que lo que la Biblioteca de Catalunya ofrecía sin negociación alguna en 2005: dejar el Llibre para una exposición y que volviera de nuevo a Barcelona, que es lo que ha pasado. Supongo que, echar en cara a este Concejal que negociara para que este elemento esencial de la Historia de Orihuela estuviera en nuestro municipio indefinidamente, no es más que una muestra del amor que tienen a Orihuela quienes nos han hecho salir en primera página de la prensa nacional por el olor a corrupción que emana de los asientos del Equipo de Gobierno del PP.

Como vemos, a los “perpetradores” de tan sesudo análisis intelectual se les ha escapado el punto de mira, y nos han puesto en el disparadero a los demás en lugar de mirar el rastro de cobardía y mentiras que dejan. Por recurrir a una cita clásica, cabría decirles aquello de: “ladran, luego cabalgamos”. Por lo demás, personalmente, les agradezco que me hagan pasar ratos tan agradables que recuerdan a Groucho Marx, en una hilarante versión del humor del absurdo. La pena es que, detrás de ese absurdo que es el PP de Orihuela, se nos han ido muchísimos millones de euros de todos los oriolanos y veinticinco años de vida en esta ciudad.



Manuel Culiáñez Celdrán. Concejal Grupo Municipal Los Verdes Orihuela

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