El motivo de la rueda de prensa de hoy es contar a la opinión pública una historia (ustedes juzgarán finalmente si merece el calificativo de historia o el de cuento) que comienza en noviembre de 2008 momento en el que el concejal de participación ciudadana, Antonio Ortiz, traslada los grupos de la oposición una propuesta de Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana y concierta una entrevista con cada uno de los grupos para conocer sus primeras impresiones. Tanto el PSOE como Los Verdes acogimos este reglamento con “entusiasmo”, porque para todos los que creemos realmente en la participación ciudadana que se pusiera encima de la mesa un documento de este tipo era, sin duda, una muy buena noticia. A partir de ahí, comienza el trabajo. Cada grupo habla con el concejal y el mensaje que le trasmitimos fue positivo: el punto de partida era bueno aunque, lógicamente, había aspectos en los que se podía mejorar y respecto a la mayoría de ellos el concejal se mostró receptivo. También le sugerimos que un reglamento de este tipo no debía gestarse de espaldas al tejido asociativo de esta ciudad. De hecho, tanto desde LV como desde el PSOE tratamos de implicar a los colectivos ciudadanos desde el principio (por ejemplo, el 24 de noviembre de 2008 LV envía el borrador a todas las asociaciones y los días 9 de diciembre de 2008 y 20 de enero de 2009 mantuvimos reuniones con las Asociaciones en las que se estudió detenidamente el reglamento y se fueron proponiendo enmiendas al mismo). En honor a la verdad hay que decir que el Sr. Ortiz atendió nuestra petición de implicar a las asociaciones y en febrero del 2009 se reunió con todas las que habían elaborado enmiendas y negoció y aceptó la mayoría de sus sugerencias. Sólo en una reivindicación se mantuvo inflexible, la misma con la que ya habíamos tropezado el PSOE y LV, a saber, la demanda de rebajar el plazo de adecuación de la estructuras administrativas, tal y como contempla el reglamento, de 24 a 6 o como mucho 12 meses. Tanto para la oposición como para las asociaciones la reducción de ese plazo era la garantía de que la propuesta del Sr. Ortiz iba en serio y se comprometía a llevarla a cabo en esta legislatura. Porque, precisamente, la nueva estructura administrativa que se propone articulada en torno a Consejos Sectoriales, Consejos Territoriales de los Distritos y el Consejo Director del Municipio, Junto a la aparición de la Oficina de Servicio de Atención al Ciudadano son las novedades esenciales de este documento.
Estos distritos no tendrían por qué ser constituidos por un único núcleo rural: por poner un ejemplo, podría darse el caso de que un Consejo Territorial agrupara parte del casco urbano y partidas rurales como Molins o Correntías. Los Distritos gestionarían, según el propio articulado del Reglamento, “el 10% de sus recursos ordinarios” y estarían compuestos por un Presidente (Concejal del Ayuntamiento de cualquier grupo designado por la Alcaldía), 5 vocales en función de los resultados electorales en los Distritos y vocales propuestos por el tejido asociativo del Distrito.
Vista esta composición, y el cambio de estructura municipal que supondría la puesta en marcha de este Reglamento, resultan evidentes diversas conclusiones:
• En primer lugar, la propia oposición interna que este Reglamento ha generado en el propio PP: ante la exposición pública de Manuel Culiáñez, Concejal de Los Verdes, en la que reseñaba, en enero de 2009, la realidad de la desaparición de los pedáneos, auténticos comisarios políticos del PP, el Concejal de Pedanías, Sr. Antonio Rodríguez Murcia negaba la mayor y mentía a los oriolanos en un medio de comunicación que desapareciera este cargo. Evidentemente, las presiones de quienes quieren controlar de forma caciquil las partidas rurales para intentar no perder votos en las próximas elecciones han impedido al Sr. Ortiz llevar a cabo un proyecto en el que estaba muy implicado.
• Por otro lado, resulta obvia una consecuencia inmediata de la aplicación de este Reglamento: en partidas rurales como Torremendo, con un resultado de empate técnico entre el PP y Los Verdes, y la presión de las Asociaciones vecinales que luchan contra el macro vertedero forzarían situaciones de gran dificultad para el PP, en el caso del vertedero, puesto que los Consejos Territoriales pueden valorar cuestiones medioambientales con lo que una oposición frontal a esta instalación colocaría al PP del Ayuntamiento en una compleja tesitura.
• Son curiosamente esas pedanías, cuyos servicios son ínfimos, las que le dan la mayoría absoluta al PP, por lo que tiene que crear asociaciones “ad hoc” como la que conocimos el otro día que repartía mantas pagadas por algún empresario “amigo” del PP en el término municipal. Si analizamos los resultados de las elecciones municipales de 2007, en el casco urbano los resultados serían: PP, 12 concejales; PSOE, 7; Los Verdes, 4; CLR, 2. Dado que la mayoría absoluta viene de las partidas rurales, la lógica del PP es que les resulta necesario mantener un férreo control sobre las mismas.
• Por todo ello, y porque la paralización del Reglamento de Participación Ciudadana desde hace más de un año representa la evidencia de un PP que no tiene un proyecto coherente de municipio, no sería creíble que ahora intentaran ponerlo en marcha, cuando sabemos que no se llevaría a cabo hasta la próxima legislatura y les permitiría mantener su política caciquil hasta las elecciones municipales de 2011, al mismo tiempo que crear asociaciones controladas y manipuladas por el PP. Mientras tanto, tenemos que aguantar que la Sra. Alcaldesa se vaya a México a dar lecciones de Participación Ciudadana con gobiernos tan “democráticos” como Cuba o Venezuela.
Estos distritos no tendrían por qué ser constituidos por un único núcleo rural: por poner un ejemplo, podría darse el caso de que un Consejo Territorial agrupara parte del casco urbano y partidas rurales como Molins o Correntías. Los Distritos gestionarían, según el propio articulado del Reglamento, “el 10% de sus recursos ordinarios” y estarían compuestos por un Presidente (Concejal del Ayuntamiento de cualquier grupo designado por la Alcaldía), 5 vocales en función de los resultados electorales en los Distritos y vocales propuestos por el tejido asociativo del Distrito.
Vista esta composición, y el cambio de estructura municipal que supondría la puesta en marcha de este Reglamento, resultan evidentes diversas conclusiones:
• En primer lugar, la propia oposición interna que este Reglamento ha generado en el propio PP: ante la exposición pública de Manuel Culiáñez, Concejal de Los Verdes, en la que reseñaba, en enero de 2009, la realidad de la desaparición de los pedáneos, auténticos comisarios políticos del PP, el Concejal de Pedanías, Sr. Antonio Rodríguez Murcia negaba la mayor y mentía a los oriolanos en un medio de comunicación que desapareciera este cargo. Evidentemente, las presiones de quienes quieren controlar de forma caciquil las partidas rurales para intentar no perder votos en las próximas elecciones han impedido al Sr. Ortiz llevar a cabo un proyecto en el que estaba muy implicado.
• Por otro lado, resulta obvia una consecuencia inmediata de la aplicación de este Reglamento: en partidas rurales como Torremendo, con un resultado de empate técnico entre el PP y Los Verdes, y la presión de las Asociaciones vecinales que luchan contra el macro vertedero forzarían situaciones de gran dificultad para el PP, en el caso del vertedero, puesto que los Consejos Territoriales pueden valorar cuestiones medioambientales con lo que una oposición frontal a esta instalación colocaría al PP del Ayuntamiento en una compleja tesitura.
• Son curiosamente esas pedanías, cuyos servicios son ínfimos, las que le dan la mayoría absoluta al PP, por lo que tiene que crear asociaciones “ad hoc” como la que conocimos el otro día que repartía mantas pagadas por algún empresario “amigo” del PP en el término municipal. Si analizamos los resultados de las elecciones municipales de 2007, en el casco urbano los resultados serían: PP, 12 concejales; PSOE, 7; Los Verdes, 4; CLR, 2. Dado que la mayoría absoluta viene de las partidas rurales, la lógica del PP es que les resulta necesario mantener un férreo control sobre las mismas.
• Por todo ello, y porque la paralización del Reglamento de Participación Ciudadana desde hace más de un año representa la evidencia de un PP que no tiene un proyecto coherente de municipio, no sería creíble que ahora intentaran ponerlo en marcha, cuando sabemos que no se llevaría a cabo hasta la próxima legislatura y les permitiría mantener su política caciquil hasta las elecciones municipales de 2011, al mismo tiempo que crear asociaciones controladas y manipuladas por el PP. Mientras tanto, tenemos que aguantar que la Sra. Alcaldesa se vaya a México a dar lecciones de Participación Ciudadana con gobiernos tan “democráticos” como Cuba o Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario