El Grupo Municipal de Los Verdes en el Ayuntamiento de Orihuela denuncia la situación de deterioro evidente de la calle San Isidro, que conecta la calle José Antonio con la Plaza Nueva.
En primer lugar, se puede observar que la calle es muy estrecha tanto para el paso de vehículos como para que los peatones puedan transitar por sus aceras. Una de ellas es intransitable en un tramo, pues no cabe ni un pie, apenas es el bordillo; y la otra está muy deteriorada, tanto por las dos obras que existen actualmente en esta calle, como por los camiones anchos que se suben a la acera para poder pasar, lo que ha supuesto que hayan estropeado la acera hasta el extremo de dejarla inservible, vehículos que, en ocasiones, han golpeado balcones y rótulos de comercios.
Por otro lado, de las dos obras mencionadas, la que se ubica al principio de la calle (frente al Arca de Noé) se encuentra en mejores condiciones que la segunda, pues no han roto demasiado el suelo, pero existen unos postes y un techo de uralita de protección, cuando, curiosamente, la obra está parada desde finales del verano y hace imposible por esta calle el paso de una silla de ruedas o de un cochecito de bebé, por ejemplo.
A mitad de la calle, que es donde el suelo está muy deteriorado, la valla de protección de otra obra sobresale aproximadamente un palmo, estrechando aún más la acera y, además del peligro de la acera bacheada, la uralita que forma la valla está suelta, pudiendo pasar alguien junto a ella y cortarse en una mano o en el brazo. Pero lo más peligroso es una chapa que se encuentra en el suelo, que aparece desde dentro de la valla y que sobresale por la acera levantándose justo a la altura como para que alguien pueda cortarse un pie. Como se puede apreciar en unas de las fotografías que adjuntamos, sobre ella se puede ver con claridad la deposición de un perro que parece que ha protestado por esa situación a su manera, es decir, "cagándose en la chapa".
Para el Grupo Municipal de Los Verdes en el Ayuntamiento de Orihuela, este hecho representa el desinterés del Equipo de Gobierno por las necesidades reales de los oriolanos. Lo que estamos denunciando hoy no es un hecho aislado. Seguramente muchos ciudadanos podrían poner como ejemplo también su calle, en la ciudad, en cualquier partida rural o en la costa. Para ellos, sólo merece la pena su propia propaganda, su política de pasarela y esos actos carísimos que organizan cada “dos por tres”. Para eso utilizan nuestros recursos y nuestros impuestos, para dedicarlos a su interés y a su perpetuación en el poder y no a trabajar por los oriolanos.
En primer lugar, se puede observar que la calle es muy estrecha tanto para el paso de vehículos como para que los peatones puedan transitar por sus aceras. Una de ellas es intransitable en un tramo, pues no cabe ni un pie, apenas es el bordillo; y la otra está muy deteriorada, tanto por las dos obras que existen actualmente en esta calle, como por los camiones anchos que se suben a la acera para poder pasar, lo que ha supuesto que hayan estropeado la acera hasta el extremo de dejarla inservible, vehículos que, en ocasiones, han golpeado balcones y rótulos de comercios.
Por otro lado, de las dos obras mencionadas, la que se ubica al principio de la calle (frente al Arca de Noé) se encuentra en mejores condiciones que la segunda, pues no han roto demasiado el suelo, pero existen unos postes y un techo de uralita de protección, cuando, curiosamente, la obra está parada desde finales del verano y hace imposible por esta calle el paso de una silla de ruedas o de un cochecito de bebé, por ejemplo.
A mitad de la calle, que es donde el suelo está muy deteriorado, la valla de protección de otra obra sobresale aproximadamente un palmo, estrechando aún más la acera y, además del peligro de la acera bacheada, la uralita que forma la valla está suelta, pudiendo pasar alguien junto a ella y cortarse en una mano o en el brazo. Pero lo más peligroso es una chapa que se encuentra en el suelo, que aparece desde dentro de la valla y que sobresale por la acera levantándose justo a la altura como para que alguien pueda cortarse un pie. Como se puede apreciar en unas de las fotografías que adjuntamos, sobre ella se puede ver con claridad la deposición de un perro que parece que ha protestado por esa situación a su manera, es decir, "cagándose en la chapa".
Para el Grupo Municipal de Los Verdes en el Ayuntamiento de Orihuela, este hecho representa el desinterés del Equipo de Gobierno por las necesidades reales de los oriolanos. Lo que estamos denunciando hoy no es un hecho aislado. Seguramente muchos ciudadanos podrían poner como ejemplo también su calle, en la ciudad, en cualquier partida rural o en la costa. Para ellos, sólo merece la pena su propia propaganda, su política de pasarela y esos actos carísimos que organizan cada “dos por tres”. Para eso utilizan nuestros recursos y nuestros impuestos, para dedicarlos a su interés y a su perpetuación en el poder y no a trabajar por los oriolanos.
Orihuela, a 16 de diciembre de 2008.
GRUPO MUNICIPAL DE LOS VERDES - ORIHUELA
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